TEMA: EL MITO
EN LA RELIGIÓN
LOGRO:
IDENTIFICAR LA FUNCIÓN DEL MITO DENTRO DE LA RELIGIÓN
INDICADORES
DE LOGRO:
·
Diferenciar los conceptos de mito y religión
·
Analizar el
significado de los mitos en la sociedad
·
Conocer el significado de los mitos cosmogónicos y
su finalidad
RELIGIÓN Y MITO
Podemos
compartir la definición de Durkheim: "Una religión es un sistema solidario
de creencias y prácticas que unen una misma comunidad moral, llamada Iglesia, a
todos los que a ella se adhieren".
En cuanto al mito es la más simple
de las definiciones que se pueden dar es: "Fábula, ficción alegórica,
especialmente en materia
religiosa". Esta explicación se limita a hacer una
traducción literal del griego que no aclara las razones fundamentales de su ser
en otros ámbitos más significativos como el cultural, histórico, literario,
filosófico…
Una idea que
comparten todos los autores que escriben sobre el mito es su finalidad: tratar
de dar explicación al origen de la vida y a las demás cuestiones filosóficas
tradicionales (a dónde vamos, quiénes somos…).
FUNCIÓN DE LOS MITOS
Es sabido
que la necesidad de conocimiento y la curiosidad son hechos innatos a la
condición humana. Los seres humanos necesitan dar respuesta a las preguntas a
cerca de su origen, su destino, su presente… La respuesta mitológica fue la
primera en aparecer. Agricultores que necesitan lluvia, marineros que quieren
dominar el mar, guerreros que quieren vencer batallas, campesinos con miedo a
las tormentas. Todos ellos encontraron respuestas en los mitos: la lluvia era
generada por un dios, el mar bravo era el enojo de Poseidón, Ares apoyaba a los
ejércitos que más lo complacían, Zeus lanzaba los rayos de las tormentas.
Para
resumir, se puede decir que los mitos otorgaron tres "favores" al ser
humanos: Explicación o justificación del mundo La figura divina surge en la
mente humana para explicar lo racionalmente inexplicable, ante la necesidad de
entender o al menos justificar los fenómenos que rodean al hombre, e incluso la
presencia de éste sobre la tierra y la existencia misma de ésta.
El concepto
de dios ha evolucionado a la par que el hombre, en las leyendas más antiguas
acerca de dioses estos tienen características muy humanas. Los dioses vivían
entre los hombres, se relacionaban con ellos en Grecia había comercio carnal
entre unos y otros.
En cambio,
la tribu judía plantea la existencia de un solo dios, omnipotente, omnipresente
eterno y perfecto. En este concepto dios no tiene características humanas,
según el Génesis Dios crea todo sin requerir la existencia previa de nada, el
único acto en el cual echa mano de una materia prima previamente creada por él,
es la creación del hombre al que hace de barro.
Si
entendemos que dios es el único recurso para justificar lo inexplicable,
podemos establecer que el nacimiento de los dioses era inevitable.
CARACTERÍSTICAS DE LOS RELATOS MÍTICOS
1. Constituye la
historia de los actos de los Seres Sobrenaturales.
2. La historia se
considera Verdadera (porque refiere a realidades) y Sagrada (porque es obra de
Seres Sobrenaturales.
3. Se refiere a una
"creación" en el sentido que cuenta cómo algo ha llegado a la
existencia o cómo un comportamiento, una institución, una manera de trabajar se
han fundado; es ésta la razón de que los mitos constituyan los paradigmas de
todo acto humano significativo.
4. Al conocer el
mito, el sujeto conoce el "origen" de las cosas y por consiguiente
puede llegar a dominarlas y manipularlas a voluntad. No se trata de un
conocimiento "externo" o "abstracto" sino de un saber que
se "vive" ritualmente ya al narrar ceremonialmente el mito, ya al
efectuar el ritual para el que sirve de justificación.
5. De una manera u
otra se "vive" el mito en el sentido en que se está dominado por la
potencia sagrada, que exalta los acontecimientos que se rememoran y se
reactualizan.
"Vivir" los
mitos supone una experiencia religiosa puesto que se diferencia de la
experiencia de la vida cotidiana. La religiosidad de la experiencia mítica se
debe a la actualización de los acontecimientos fabulosos, exaltantes y
significativos; se asiste nuevamente a las obras creadoras de los Seres
Sobrenaturales. Los mitos "revelan" que el mundo, el hombre y la vida
tienen un origen y una historia sobrenatural y que esa historia es
significativa y ejemplar
TEMAS DE LOS MITOS
"Son
relativamente pocos. Se refieren a los orígenes del universo, su creación; una
cosmogonía, teogonía; amores, apareamientos, nacimientos, proezas heroicas de
dioses y hombres. Ofrecen explicaciones etiológicas de fenómenos naturales, o
bien lo que determina los cultos, fundamentan conductas humanas en forma única,
referida a los dioses, de los cuales se puedan inferir modelos y enseñanzas
religiosas. Narran acontecimientos que tuvieron lugar en tiempos inmemoriales,
ya que los dioses viven, o vivieron alejados en el espacio y en el tiempo,
aunque los acontecimientos y las conductas de los hombres guardan total
semejanza con el universo de las narraciones. Los mitos son precursores de la
teología; tienen también contenidos escatológicos, apocalípticos, soteriológicos
(salvacionistas), providenciales, mesiánicos, de renovación, etc".
El mito
debe ser entonces concebido como una forma de pensamiento que, a diferencia del
pensamiento científico, que trata de explicar cómo ocurren los hechos, trata
más bien de explicar por qué suceden. Puesto que el hombre está cautivo en
"una jaula de símbolos", en la cual está toda su realidad espiritual,
la mejor manera de entender las mitologías es desposeerlas de su carácter
sacralizado, o predicador, para tratar de entenderlas como un sistema simbólico
de ideas que pretende hacer una representación figurada de un universo,
volverlo comprensible, a la medida del hombre. El vínculo con los elementos
mágico-religiosos, el rito en sus diversos aspectos, la oración, los actos mediante
los cuales los simbolismos míticos se expresan, permiten dialogar con lo
desconocido e influir sobre lo desconocido y lo misterioso. Esa es la razón por
la cual mito, religión y rito constituyen una unidad indivisible. Rito y mito
se sostienen mutuamente.
Los
rituales expresan los contenidos míticos por medio de la comunicación
dramatizada y realizada socialmente, puesta en escena por el grupo que comparte
la creencia. La mitología es un sistema que siempre admitió que en el contacto
entre pueblos, ocurría el intercambio de influencias cuando así lo imponía su
necesidad de ampliación, de incorporación de nuevos elementos en sus panteones.
El sistema canónico es más tardío: surge cuando nace la necesidad de preservar
las singularidades de las creencias.
MITOS COSMOGÓNICOS
Los mitos
cosmogónicos se ocupan del origen del mundo y a pesar de las distintas culturas
del mundo la mayoría de ellos tienen elementos comunes, pero lo que no se puede
poner en duda es que todos ellos cumplen las mismas funciones en los distintos
pueblos: ofrecían una visión integradora del mundo, aseguraban la tranquilidad
psicológica de los partícipes en la creencia colectiva (facilitando el tránsito
del estupor a la comprensión) y a la vez la elaboraban las señas de identidad necesarias
para la vida en comunidad.
EL
MITO ROMANO DE LA CREACIÓN
Antes del mar, de la tierra y del cielo que lo
cubre todo, la naturaleza ofrecía un solo aspecto en el orbe entero, al que
llamaron Caos: una masa tosca y desordenada, que no era más que un peso inerte
y gérmenes discordantes, amontonados juntos, de cosas no bien unidas. Ningún
Titán ofrecía todavía luz al mundo, ni Febe renovaba creciendo sus nuevos
cuernos, ni la tierra se encontraba suspendida en el aire que la rodeaba,
equilibrada por su propio peso, ni Anfitrite había extendido sus brazos por los
largos límites de las tierras. Y aunque había allí tierra, mar y aire,
inestable era la tierra, innavegable era el mar y sin luz estaba el aire: nada
conservaba su forma, cada uno se oponía a los otros, porque en un solo cuerpo
lo frío luchaba con lo caliente, lo húmedo con lo seco, lo blandocon lo duro y
lo pesado con lo ligero. Esta disputa un dios, o más bien la naturaleza, la
dirimió, pues escindió las tierras del cielo, las aguas de las tierras y separó
el límpido cielo del aire espeso. Y después que los desplegó y los sacó de la
masa oscura, los unió en sitios separados con paz armoniosa. La fuerza ígnea y
sin peso del cielo convexo brilló y se buscó un lugar en lo más alto de la
bóveda; cercano a él por su ligereza y situación está el aire; más densa que
ellos, la tierra arrastró consigo los elementos pesado y quedó apretada por su
propia gravedad; y el agua que la rodea ocupó la parte final y abarcó el disco
sólido.
Cuando el dios, quienquiera que fuera, hubo de
ordenado así la masa, la dividió y, una vez dividida, la distribuyó en partes;
primero a la tierra, para que no quedara desigual por todas partes, la enrolló
bajo la figura de un enorme globo; después, ordenó que se dispersaran los
mares, que se inflaran de rápidos vientos y rodearan las costas de la tierra
circular. Añadió fuetes, inmensos estanques y lagos, y encauzó el raudal de los
ríos entre riberas tortuosas: éstos son absorbidos en parte por la misma tierra
en diferentes lugares, en parte llegan al mar y, recibidos en llanura de aguas
más extensas, golpean los litorales en lugar de las riberas. Ordenó también que
se dilataran los campos, se hundieran los valles, los bosques se cubrieran de
hojas y se elevaran los montes pedregosos. Y como hay dos zonas que cortan el
cielo por la derecha, otras dos por la izquierda y una quinta es más tórrida
que éstas, así el celo de Dios dividió la masa inclusa en igual número y otras
tantas zonas quedan marcadas sobre la tierra.
De ellas, la central no es habitable a causa del
calor; espesa nieve cubre a otras dos; entre ambas situó otras tantas, y les
dio un clima templado, de claro mezclado con frío. Por encima está el aire,
tanto más pesado que el fuego cuanto más ligero que la tierra y que el agua.
Ordenó que allí estuvieran las nieblas, allí las nubes y los truenos que
perturban la mente de los hombres y los vientos que producen relámpagos y
rayos. El Hacedor del mundo no permitió a los vientos ocupar el aire a su
gusto; todavía ahora cuesta impedirles que destrocen el mundo, aunque cada uno
dirige sus soplos en regiones distintas: tan grande es la discordia entre los
hermanos. El Euro se retiró a la Aurora, a los reinos nabateos, a Persia y a
las cumbres que se extienden bajo los rayos matutinos; el véspero y las costas
que se calientan con el sol de poniente están cercanos al Céfiro. El frío
Bóreas ocupó Escitia y los Siete Triones; la parte opuesta de la tierra se
humedece con las asiduas nubes y la lluvia del Austro. Por encima de estos
colocó al límpido éter, que carece de peso y no contiene nada de las heces de
la tierra.
Apenas había marcado así todo dentro de límites
fijos, cuando los astros, que habían estado mucho tiempo oprimidos por ciega
oscuridad, empezaron a hervir por todo el firmamento; y para que ninguna región
estuviera sin sus seres vivos, los astros y las figuras de los dioses ocuparon
el suelo celeste, las aguas tocaron a los brillantes peces para vivir allí, la
tierra recibió a las fieras y a las aves el airemovible.
Un ser más sagrado que éstos y más capaz de
una mente profunda faltaba todavía y que pudiera dominar sobre lo demás: nació
el hombre, al que o lo creó de semen divino el Hacedor del mundo, origen de un
mundo mejor, o la tierra reciente y separada hacía poco del elevado éter
retenía el semen de su pariente el cielo, a la que el vástago de Yápeto
mezclándola con agua de lluvia modeló en forma de figura de dioses que lo
gobiernan todo. Y mientras los demás animales miran inclinados a la tierra, dio
al hombre un rostro levantado y le ordenó que mirara al cielo y levantara el
rostro alto hasta las estrellas. Así la tierra, que hacía poco había sido tosca
y sin forma, cambió y se revistió de figuras humanas desconocidas.
EL MITO CHINO DE LA CREACIÓN
Los cielos y la tierra eran solamente uno y todo
era caos. El Universo era como un enorme huevo negro, que llevaren su interior
a P'an-Ku. Tras 18.000 años P’an-Ku se despertó de un largo sueño. Se sintió
sofocado, por lo cual empuñó un hacha enorme y la empleó para abrir el huevo.
La luz, la parte clara, ascendió y formó los cielos, la materia fría y turbia
permaneció debajo para formar la tierra. P’an-Ku se quedó en el medio, con su
cabeza tocando el cielo y sus pies sobre la tierra. La tierra y el cielo empezaron
a crecer a razón de diez pies al día, y P’an-Ku creció con ellos. Después de
otros 18.000 años el cielo era más grande y la tierra más gruesa; P’an-Ku
permaneció entre ellos como un pilar gigantesco, impidiendo que volviesen a
estar unidos.
P’an-Ku falleció y distintas partes de su
organismo, se transformaron en elementos de nuestro mundo. Su aliento se
transformó en el viento y las nubes, su voz se convirtió en el trueno. De su
cuerpo, un ojo se transformó en el sol y el otro en la luna. Su cuerpo y sus
miembros, se convirtieron en cinco grandes montañas y de su sangre se formó el
agua. Sus venas se convirtieron en caminos de larga extensión y sus músculos en
fértiles campos. Las interminables estrellas del cielo aparecieron de su pelo y
su barba, y las flores y árboles se formaron a partir de su piel y del fino
vello de su cuerpo. Su médula se transformó en jade y en perlas. Su sudor fluyó
como la generosa lluvia y el dulce rocío que alimenta a todas las cosas vivas
de la tierra.
LA CREACIÓN SEGÚN EL POPOL VUH
Ésta es la relación de cómo todo estaba en
suspenso, todo en calma, en silencio; todo inmóvil, callado, y vacía la
extensión del cielo.
Ésta es la primera relación, el primer discurso.
No había todavía un hombre, ni un animal, pájaros, peces, cangrejos, árboles,
piedras, cuevas, barrancas, hierbas ni bosques: sólo el cielo existía.
No se manifestaba la faz de la tierra. Sólo
estaban el mar en calma y el cielo en toda su extensión. No había nada junto,
que hiciera ruido, ni cosa alguna que se moviera, ni se agitara, ni hiciera
ruido en el cielo. No había nada que estuviera en pie; sólo el agua en reposo,
el mar apacible, solo y tranquilo. No había nada dotado de existencia.
Solamente había inmovilidad y silencio en la
oscuridad, en la noche. Sólo el Creador, el Formador, Tepeu, Gucumatz, los
Progenitores, estaban en el agua rodeados de claridad. Estaban ocultos bajo
plumas verdes y azules.
Llegó aquí entonces la palabra, vinieron juntos
Tepeu y Gucumatz, en la oscuridad, en la noche, y hablaron entre sí Tepeu y
Gucumatz. Hablaron, pues, consultando entre sí y meditando; se pusieron de
acuerdo, juntaron sus palabras y su pensamiento. Entonces se manifestó con
claridad, mientras meditaban, que cuando amaneciera debía aparecer el hombre. Entonces
dispusieron la creación y crecimiento de los árboles y los bejucos y el
nacimiento de la vida y la en ación del hombre. Se dispuso así en las tinieblas
y en la noche por el Corazón del Cielo, que se llama Huracán.
El primero se llama Caculhá Huracán. El segundo es
Chipi-Caculhá. El tercero es Raxa-Caculhá. Y estos tres son el Corazón del
Cielo.
Entonces vinieron juntos Tepeu y Gucumatz;
entonces conferenciaron sobre la vida y la claridad, cómo se hará para que
aclare y amanezca, quién será el que produzca el alimento y el sustento.
-¡Hágase así! ¡Que se llene el vacío! ¡Que esta
agua se retire y desocupe el espacio, que surja la tierra y que se afirme! Así
dijeron. ¡Que aclare, que amanezca en el cielo y en la tierra! No habrá gloria
ni grandeza en nuestra creación y formación hasta que exista la criatura
humana, el hombre formado. Así dijeron.
Luego la tierra fue creada por ellos. Así fue en
verdad como se hizo la creación de la tierra:
- ¡Tierra!, dijeron, y al instante fue hecha.
Como la neblina, como la nube y como una polvareda
fue la creación, cuando surgieron del agua las montañas; y al instante
crecieron las montañas.
Solamente por un prodigio, sólo por arte mágica se
realizó la formación de las montañas y los valles; y al instante brotaron juntos
los cipresales y pinares en la superficie.
Y así se llenó de alegría Gucumatz, diciendo:
-¡Buena ha sido tu venida, Corazón del Cielo; tú,
Huracán, y tú, Chípi-Caculhá, Raxa-Caculhá!
-Nuestra obra, nuestra creación será terminada,
contestaron.
Primero se formaron la tierra, las montañas y los
valles; se dividieron las corrientes de agua, los arroyos se fueron corriendo
libremente entre los cerros, y las aguas quedaron separadas cuando aparecieron
las altas montañas.
Así fue la creación de la tierra, cuando fue
formada por el Corazón del Cielo, el Corazón de la Tierra, que así son llamados
los que primero la fecundaron, cuando el cielo estaba en suspenso y la tierra
se hallaba sumergida dentro del agua..
De esta manera se perfeccionó la obra, cuando la
ejecutaron después de pensar y meditar sobre su feliz terminación.
Luego hicieron a los animales pequeños del monte,
los guardianes de todos los bosques, los genios de la montaña, los venados, los
pájaros, leones, tigres, serpientes, culebras, cantiles (víboras), guardianes
de los bejucos.
Y dijeron los Progenitores:
-¿Sólo silencio e inmovilidad habrá bajo los
árboles y los bejucos? Conviene que en lo sucesivo haya quien los guarde.
Así dijeron cuando meditaron y hablaron enseguida.
Al punto fueron creados los venados y las aves. En seguida les repartieron sus
moradas los venados y a las aves:
-Tú, venado, dormirás en la vega de los ríos y en
los barrancos. Aquí estarás entre la maleza, entre las hierbas; en el bosque os
multiplicaréis, en cuatro pies andaréis y os tendréis. Y así como se dijo, así
se hizo.
Luego designaron también su morada a los pájaros
pequeños y a las aves mayores:
-Vosotros, pájaros, habitaréis sobre los árboles y
los bejucos, allí haréis vuestros nidos, allí os multiplicaréis, allí os
sacudiréis en las ramas de los árboles y de los bejucos. Así les fue dicho a
los venados y a los pájaros para que hicieran lo que debían hacer, y todos
tomaron sus habitaciones y sus nidos.
De esta manera los Progenitores les dieron sus
habitaciones a los animales de la tierra.
Y estando terminada la creación de todos los
cuadrúpedos y las aves, les fue dicho a los cuadrúpedos y pájaros por el
Creador y Formador y los Progenitores:
-Hablad, gritad, gorjead, llamad, hablad cada uno
según vuestra especie, según la variedad de cada uno. Así les fue dicho a los
venados, los pájaros, leones, tigres y serpientes.
-Decid, pues, nuestros nombres, alabadnos a
nosotros, vuestra madre, vuestro padre. ¡Invocad, pues, a Huracán,
Chipi-Caculhá, Raxa-Caculhá, el Corazón del Cielo, el Corazón de la Tierra el
Creador, el Formador, los Progenitores; hablad, ínvocadnos, adoradnos!, les
dijeron.
Pero no se pudo conseguir que hablaran como los
hombres; sólo chillaban, cacareaban y graznaban; no se manifestó la forma de su
lenguaje, y cada uno gritaba de manera diferente.
Cuando el Creador y el Formador vieron que no era
posible que hablaran, se dijeron entre sí:
-No ha sido posible que ellos digan nuestro
nombre, el de nosotros, sus creadores y formadores. Esto no está bien, dijeron
entre sí los Progenitores. Entonces se les dijo:
-Seréis cambiados porque no se ha conseguido que
habléis. Hemos cambiado de parecer: vuestro alimento, vuestra pastura, vuestra
habitación y vuestros nidos los tendréis, serán los barrancos y los bosques,
porque no se ha podido lograr que nos adoréis ni nos invoquéis. Todavía hay
quienes nos adoren, haremos otros seres que sean obedientes. Vosotros, aceptad
vuestro destino: vuestras carnes serán trituradas. Así será. Ésta será vuestra
suerte. Así dijeron cuando hicieron saber su voluntad a los animales pequeños y
grandes que hay sobre la faz de la tierra.
Así, pues, hubo que hacer una nueva tentativa de
crear y formar al hombre por el Creador, el Formador y los Progenitores.
-¡A probar otra vez! Ya se acercan el amanecer y
la aurora; ¡hagamos al que nos sustentará y alimentará! ¿Cómo haremos para ser
invocados para ser recordados sobre la tierra? Ya hemos probado con nuestras
primeras obras, nuestras primeras criaturas; pero no se pudo lograr que
fuésemos alabados y venerados por ellos. Probemos ahora a hacer unos seres
obedientes, respetuosos, que nos sustenten y alimenten. De este modo hicieron a
los seres humanos.
MITO CRISTIANO DE LA CREACIÓN
En el principio creó Dios el cielo y la tierra. La
tierra era caos y confusión y oscuridad por encima del abismo, y un viento de
Dios aleteaba por encima de las aguas.
Dijo Dios: «Haya luz», y hubo luz. Vio Dios que la
luz estaba bien, y apartó Dios la luz de la oscuridad; y llamó Dios a la luz
«día», y a la oscuridad la llamó «noche». Y atardeció y amaneció: día primero.
Dijo Dios: «Haya un firmamento por en medio de las aguas, que las aparte unas
de otras.» E hizo Dios el firmamento; y apartó las aguas de por debajo del
firmamento de las aguas de por encima del firmamento. Y así fue. Y llamó Dios
al firmamento «cielo». Y atardeció y amaneció: día segundo.
Dijo Dios: «Acumúlense las aguas de por debajo del
firmamento en un solo conjunto, y déjese ver lo seco»; y así fue. Y llamó Dios
a lo seco «tierra», y al conjunto de las aguas lo llamó «mar»; y vio Dios que
estaba bien.
Dijo Dios: «Produzca la tierra vegetación: hierbas
que den semillas y árboles frutales que den fruto según su especie, con su
semilla dentro, sobre la tierra.» Y así fue. La tierra produjo vegetación:
hiervas que dan semilla según sus especies, y árboles que dan fruto con la
semilla dentro según sus especies; y vio Dios que estaban bien. Y atardeció y
amaneció: día tercero.
Dijo Dios: «Haya luceros en el firmamento celeste,
para apartar el día de la noche, y sirvan de señales para solemnidades, días y
años; y sirvan de luceros en el firmamento celeste para alumbrar sobre la
tierra.» Y así fue. Hizo Dios los dos luceros mayores; el lucero grande para
regir el día, y el lucero pequeño para regir la noche, y las estrellas; y los
puso Dios en el firmamento celeste para alumbrar la tierra, y para regir el día
y la noche, y para apartar la luz de la oscuridad; y vio Dios que estaba bien.
Y atardeció y amaneció: día cuarto.
Dijo Dios: «Bullan las aguas de animales
vivientes, y aves revoloteen sobre la tierra frente al firmamento celeste.» Y
creó Dios los grandes monstruos marinos y todo animal viviente que repta y que
hacen bullir las aguas según sus especies, y todas las aves aladas según sus
especies; y vio Dios que estaba bien; y los bendijo Dios diciendo: «sed
fecundos y multiplicaos, y henchid las aguas de los mares, y las aves crezcan
en la tierra.» Y atardeció y amaneció: día quinto.
Dijo Dios: «Produzca la tierra animales vivientes
según su especie: bestias, reptiles y alimañas terrestres según su especie.» Y
así fue. Hizo Dios las alimañas terrestres según especie, y las bestias según
especie, y los reptiles del suelo según su especie: y vio Dios que estaba bien.
Y dijo Dios: «Hagamos al ser humano a nuestra
imagen, como semejanza nuestra, y manden en los peces del mar y en las aves del
cielo, y en las bestias y en todas las alimañas terrestres, y en todos los
reptiles que reptan por la tierra.
Creó, pues, Dios al ser humano a imagen suya, a
imagen de Dios lo creó, macho y hembra los creó.
Y los bendijo Dios con estas palabras: «Sed
fecundos y multiplicaos, y henchid la tierra y sometedla; mandad en los peces
del mar y en las aves del cielo y en todo animal que repta sobre la tierra.»
Dijo Dios: «Ved que os he dado toda hierba de
semilla que existe sobre la faz de toda la tierra, así como todo árbol que
lleva fruto de semilla; os servirá de alimento.
"Y a todo animal terrestre, y a toda ave del
cielo y a todos los reptiles de la tierra, a todo ser animado de vida, les doy
la hierba verde como alimento." Y así fue. Vio Dios cuanto había hecho, y
todo estaba muy bien. Y atardeció y amaneció: día sexto.
Concluyéronse, pues, el cielo y la tierra y todo
su aparato, y dio por concluida Dios en el séptimo día la labor que había
hecho, y cesó en el día séptimo de toda la labor que hiciera. Y bendijo Dios el
día séptimo y lo santificó; porque en él cesó Dios de toda la obra creadora que
Dios había hecho.
Ésos fueron los orígenes del cielo y la tierra,
cuando fueron creados.
Semejanzas y diferencias entre los diferentes mitos cosmogónicos
Una vez que se han leído diferentes mitos cosmogónicos,
se puede ver claramente que todos ellos poseen elementos comunes y dispares. A
parte de cumplir la misma función, hay algunos trazos que dotan a todos ellos
de unidad.
1. Inicialmente como era todo antes de la creación?
2. Cómo fue creada cada según cada mito?
3. Se conserva el siguiente orden: aparición de los medios
físicos: tierra, aire, cielos, mares; lo siguiente suele ser la vida en alguna
de sus múltiples formas: vegetales, animales… Y finalmente: el hombre, el ser
humano.
4. Cuál es la relación entre las divinidades y el ser
humano.
5. Qué acuerdo establece entre los hombres y los dioses que
crearon todo para ellos.
6. Como deben vivir los hombres con respecto a la naturaleza
7. ¿Qué unen los mitos con la religión?
TAREA EXTRA CLASE
Elabore un
crucigrama de 10 puntos acerca de los temas tratados en la guía
EVALUACIÓN
Se hará escrita
de manera individual
BIBLIOGRAFÍA
Revista al tema del
hombrerelacion@chasque.apc.org
mitosyleyendas.idoneos.com/.../Los__mitos_en_las_grandes_religiones
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